MERECIDA DISTINCIÖN

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HOMENAJE

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SUS DISCIPULOS

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SOÑANDO CON OTRO CRACK

SOÑANDO CON OTRO CRACK
Ramón Maddoni en la tribuna con una promesa infantil

lunes, 13 de abril de 2009

UN SUEÑO AZUL Y ORO

En sus años juveniles, Jorge siempre alentó un sueño: el de jugar en el fútbol profesional y llegar a vestir la camiseta de Boca Juniors, el club de sus amores. Jorge, jugaba muy bien al fútbol; fue un excelente y recordado puntero del famoso “Banderín” del barrio de Floresta y también tuvo destacada actuación en juveniles de All Boys; pero debió conformarse con sólo eso, el sueño en azul y oro quedó trunco para él.

Años más tarde, y con mucho tablón boquense transitado, aquel sueño volvió a renacer, cuando su pequeño hijo de clase 1980, comenzó a mostrar su vocación deportiva en el Club Gimnasia de Vélez Sarfield, donde hacía los primeros palotes futboleros, de su mano.

Algunos memoriosos del barrio, entre los que me cuento, no olvidamos aquel día en que el pequeño, de apenas 8 ó 9 años, participaba en un encuentro de Baby Fútbol de su categoría en el Club Gimnasia. En un momento del partido, el pichón de crack, resolvió con gran calidad una alternativa del juego: al recibir un pase aéreo de un compañero, paró con elegancia la pelota con el pecho y sin que tocara el piso, sacó un imponente zurdazo que terminó en la red del equipo rival. Fue en ese momento que un espectador irrumpió en el campo de juego, se acercó al pequeño jugador y lo felicitó efusivamente tendiéndole la mano, en una distinguida y ceremoniosa actitud, poco común en el fútbol para festejar un gol. Aquel diplomático espectador no era otro que Jorge, el padre de la criatura, que nuevamente veía renacer su sueño.

Cuando Ramón Maddoni, por entonces director técnico del Club Parque, le sugirió la idea de llevarlo con él, Jorge no lo pensó dos veces. Conocía a Ramón desde la infancia, sabía de sus cualidades humanas y técnicas y de la importancia que significaba participar en el ámbito de excelencia futbolística del Club Parque, que aseguraba la continuidad en Argentinos Juniors de los productos de su inagotable cantera: Diego Maradona, Sergio Batista, Fernando Redondo y muchos otros consagrados, constituían un poderoso estímulo para todos los sueños de fútbol.

Esta vez, y con la experiencia adquirida, Jorge se propuso no fallar; se convirtió en colaborador de Ramón en el Club Parque. La famosa “horca”, donde los pequeños aprendían a cabecear, lo tuvo de incansable e infaltable encargado, mientras seguía de cerca la ascendente carrera de su hijo.

Y así el viejo sueño comenzó a convertirse en realidad. Los genes paternos, la sabia mano de Ramón, el apoyo de sus condiscípulos de entonces, todos promesas de crack: Juan Pablo Sorín, Diego Placente, Nicolás Diez, Pablo Rodríguez, Román Riquelme, César Lapaglia, Esteban Cambiasso, etc., formaban un ambiente propicio y estimulante, al que tampoco le faltó la fe religiosa de Jorge, que siempre invocaba la protección divina en sus actuaciones. Peregrinaciones familiares a Luján y cientos de paquetes de fideos donados para el comedor de la iglesia San Ramón, nos tienen de testigos de cumplidas promesas.

Aquella carrera futbolística no tuvo interrupciones: Argentinos Juniors a los 17 años en primera; Independiente campeón en 2002 a los 22 años; el Málaga de España en 2003 y nuevamente Independiente en 2004, siempre mostrando notorios progresos en su desempeño.

Ya convertido en ídolo de los diablos rojos, que hasta se dieron el lujo de derrotar a Boca Juniors con una actuación inmejorable del “Pocho”, tanto que hasta fue convocado por Pekerman para el seleccionado nacional.

Con el comienzo del año 2005, Papá Jorge vio amenazada su ilusión azul y oro, que aún mantenía, por la ola de rumores que daban al “Pocho”, un día con destino a Rusia, otro, aseguraba su vuelta a España, y hasta de Turquía aparecieron interesados y firmes compradores de su pase.

Pero Jorge, cuya fe religiosa no lo abandonaba, redobló sus ruegos. La Virgen de Luján, San Ramón, y la Virgen Desatanudos, lo vieron con frecuencia pasar por sus santuarios implorando por el destino boquense del “Pocho”, siempre provisto de abundante cantidad de fideos.

Alguien puede creer en el azar, otros dirán que la llegada del Coco Basile como director técnico, de Diego Maradona como coordinador, y la recomendación de Ramón Maddoni, forzaron al presidente Mauricio Macri a romper la alcancía.

Lo cierto es que “El Pocho” debutó en Boca Juniors, con el Nº 10 en la casaca, el mismo que antes lucieron con gloria Maradona y Riquelme, con gran disgusto rojo y algunas dudas boquenses.

Pero Papá Jorge, sus íntimos, y yo, creemos firmemente en los santos milagrosos, por eso seguimos rogando y agradeciendo.
Nuestros ruegos evidentemente fueron oídos. “El Pocho”, no solo se convirtió en ídolo de Boca Juniors, sino que terminó el 2005, año del centenario del Club, festejando ese aniversario, la recopa, la conquista de su campeonato profesional Nº 21, y la copa Sudamericana.

Yo en lo personal, sigo tratando de convencer a mi amigo Jorge sobre la conveniencia de incursionar en la fabricación de fideos, rubro que tan buenos resultados le ha dado para concretar su viejo sueño azul y oro.-

1 comentario:

  1. Felicitaciones Jorge, Federico no solo es un extraordinario jugador de fútbol...También es una gran persona

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